EntrevistArte: Abel Azcona I

Las entrevistas que aparecen en este blog son todas muy interesantes y la de hoy no es una excepción. Escuchamos a Abel Azcona, un artista conocido y desconocido a la vez. Con pros y con contras, pero de eso se trata.  Para no cortar nada de lo que nos ha contado, hemos dividido la entrevista en varios posts y  el de hoy es el primero que aparece. Ha sido un gran placer hablar con el artista y con la persona.

¿Cual es tu disciplina artística?

Me considero un artista interdisciplinar porque lo que hago es romper un poco con las disciplinas establecidas e intento mezclarlas todas. Mi base es performativa porque soy un artista que trabajo con mi cuerpo porque para mí es el recurso que más a mano tengo. Siempre digo que soy una persona hiperactiva, muchas veces me cuesta plasmar lo que pienso y lo que siento en artes “que duran más tiempo”, por ejemplo la pintura es un proceso, en cambio la performance te da respuestas inmediatas. Para mí es una disciplina ideal para personas como yo que tienen mucho que contar de una forma muy rápida y muy del momento. La performance me da la oportunidad de, a través de mi cuerpo, contar algo cuando quiero, si tengo ganas de contar algo, bajo a la calle y lo cuento, no tengo que hacer una creación tan larga como puede ser la creación de un cuadro o la creación de una escultura. Esto no quita que haya performances y trabajos performativos que tengan una creación muchísimo más larga que otras, performances mucho más momentánea y luego trabajos performativos que duran su creación un año.
Me considero interdisciplinar porque creo que lo que tiene que hacer hoy en día un artista contemporáneo ya no debe ser sólo pintor o escultor sino debe ser muchas cosas, debe ser una persona híbrida en todos los sentidos. Debemos mezclar todo, debemos mezclar fotografía, debemos mezclar escultura, debemos mezclar pintura con cuerpo y con todo. Creo que ya demos estar en la educacion, en la crítica, en la política y en todo. Creo en el artista interdisciplinar ya de base porque si no, no es arte contemporáneo.

¿Cómo preparas tus trabajos?

Trabajo sobre todo con el tema biográfico. Tengo una serie de inquietudes internas que me hacen contar cosas. Mi experiencia personal me ha hecho que por mi historia de vida, durante mi infancia ya casi adolescencia me dedicara a no contar cosas, a ocultar mi propia historia y mi propia existencia, un poco como hace esta sociedad española con todo el tema de los tabús, todo el tema de una sociedad postfranquista que tenemos todavía. Nos cuesta contar cosas y todavía seguimos teniendo muchos tabús y muchas cosas que ocultar. Un poco me pasaba eso de adolescente, entonces  tuve la oportunidad de encontrar una herramienta que era poder contar lo que yo sentía de una forma directa, con contenido y artística. Así  surgió un poco esa idea de poder contar todas esas inquietudes. Hay  performances que no dejan de ser como cuando yo voy a terapia y le cuento al psicólogo lo que me pasa , en vez de contárselo al psicólogo se lo cuento a personas mucho más cercanas a mí o de mi entorno o espectadores mismos que me pueden dar respuestas. Yo siempre digo que de alguna forma todos tenemos en este mundo un equipaje que nos pesa porque está lleno de dolor. Todos tenemos nuestras historias de dolor. Mi historia personal quizá a la gente le pueda parecer muy dura porque hay prostitución, hay abandono, hay un maltrato pero a cada uno nuestra historia es la que más nos duele.
En esta historia de dolor siempre digo que todos tenemos un equipaje y ese equipaje  que tenemos  no lo exploramos. Siempre decimos que tenemos fantasmas pero esos son fantasmas a los que no les ponemos cara. Entonces yo lo que hago con el performance es precisamente explorar ese equipaje y tengo una gran herramienta que no sólo la puedes probar solo si no que, imagínate, en una galería de arte yo abro ese equipaje delante de todo el mundo. Es gente que a ese equipaje me ayuda a entenderlo conmigo ¿porque? Porque el performance es una faceta participativa, me ayudan a entender lo que yo siento y lo que ellos sienten con mi propio proceso. Entonces llega a ser un momento en que mi propio arte, que para mí no deja de ser performance y mi arte es un arte de catarsis, pasa a ser un arte de catarsis común, una catarsis comunitaria.

¿Estás de acuerdo en que Abel Azcona o gusta mucho o no gusta?

Sí, tengo gente que es muy, muy, muy fan (cosa que tampoco  entiendo, entiendo mucho más a la gente que me critica mucho que a la gente que me trata tan “rock star”. Es algo que no entiendo en absoluto porque tampoco es mi idea ni es lo que busco). Pero creo que hoy en día eso ya no es una cosa tampoco mía sino es causa de como ha ido cambiando la sociedad y se ha ido trabajando la marca personal. Cualquier persona que más o menos consiga establecer una marca personal se la trata de una forma que no tiene ningún sentido, sea artista, sea político o sea cantante.
Respecto a la gente que me critica y me pone verde pues bueno, me parece completamente interesante, es decir, mi arte es, entre otras cosas, arte de acción y el arte de acción lo que intenta crear (por lo menos el mío) es reacción, reacción en todos los sentidos. Desde luego yo lo que hago es para romper con la asepsia mental, es decir, yo busco precisamente que en esta sociedad anestesiada rompamos con esa asepsia y que la sociedad reaccione de alguna forma. Cuando por ejemplo  se publica una noticia mía que dejó 200 comentarios de gente criticándome y poniéndome verde pues para mí es completamente satisfactorio, aunque parezca completamente absurdo. ¿Porqué? Porque está haciendo que realmente que gente que quizá no sabe de arte o sí sabe de arte (que no es algo que me interesa)  se dedica a criticar  de una forma completamente absurda porque las críticas negativas suelen ser siempre centradas en lo mismo: esto es arte, esto no es arte, este es un loco… pues bueno , no es arte y soy un loco, esto es algo que no me preocupa.
Siempre el tema de catalogar o no catalogar. Yo siempre digo que creo por generación espontánea. Que tuve esa necesidad con 16, que tuve que salir a la calle a hacerlo sin saber bien lo que hacía y alguien dijo que eso era arte, pues vale, si hoy es arte será arte pero si no,no es arte.  Algunas veces digo: vale no lo llames arte, llámalo mi mierda, hago mi mierda y soy feliz. Que llega un momento que tengo esa necesidad de crear y lo voy a seguir haciendo aunque alguien me venga y me diga que qué es, que no es… pues bueno.

Luego siempre fastidia un poco más cuando hay gente que como crítico no vale, lo que se dedica a hacer es a decir cosas como por ejemplo que me invento mi historia, para vender… pero bueno yo he expuesto mi certificado de adopción donde pone todo, tengo todo tipo de documentación. Parece que diciendo que alguien te maltrata tienes que tener una cámara para luego demostrarlo. Me parece de muy mal gusto a nivel ético y a nivel moral que alguien te venga y te diga “tú te lo has inventado para vender o para no sé qué” cuando es una experiencia de vida que es superdemostrable.

Creo que generalmente  que en el mundo del arte cuando empiezas, empiezas con mucho amor y empiezas con muchas ganas, con mucha gente, artistas amigos, todos trabajamos en común. Luego llega el momento que te sales un poco o consigues progresar un poco y ya empiezas a hacer una carrera de fondo en solitario. Esos mismos artistas con los que has estado al lado, con gestores y todo ese tipo de gente, cuando ya has salido, ya has llegado un poco más allá o has salido de un circuito quizá más casposo como es el de España (que es un circuito totalmente casposo y totalmente cerrado y dañino para el propio artista)  y ya estás en el circuito internacional y tienes la suerte, quizá como la he tenido yo,  de poder estar en museos de fuera y poder tener un circuito y poder tener una venta de obra ya alta y trabajar con buenas galerías, los  artistas con los que he colaborado y que eran amigos míos, ahora se dedican a criticar lo que hago. Llega un momento en que en España somos totalmente eso, somos amigos entre todos hasta que el amigo deja de serlo. El mundo del arte contemporáneo en España es muy complicado y realmente hay que ser una persona muy fuerte y tener una capacidad de tirar adelante sólo porque sino, estás muerto.

Por Teresa Miquel Sellés