“Ciutat de Vacances” en Es Baluard

Que una entidad que sabes que hace buenos proyectos te invite a la presentación de uno de ellos, siempre es una magnífica manera de empezar el día. Eso es lo que ha ocurrido con la invitación que recibí para la presentación del proyecto del museo Es Baluard, “Ciutat de Vacances”, un proyecto muy amplio que viene desarrollándose desde 2015 y que va más allá de las paredes del museo e incluso más allá de las fronteras de la Baleares. Además del museo Es Baluard participa Arts Santa Mónica de Barcelona, el Instituto Europeo di Design de Venecia y el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA).

Como nos contó durante la presentación Nekane Aramburu, directora de Es Baluard y comisaria de “Ciutat de Vacances”,  este proyecto quiere ser más que una mera exposición sobre el fenómeno del turismo. Es un espacio de investigación y análisis sobre lo que ha sido el turismo hasta ahora, lo que significa en el presente y las consecuencias que puede ocasionar en el futuro, plasmado a través del trabajo de diferentes artistas nacionales e internacionales.

 

Ya sabemos la importancia que ha tenido y tiene para España y sobre todo para las Baleares el turismo. Desde el modelo buscado en los años 60 hasta el que tenemos actualmente ha habido cambios pero todavía hoy el éxito de temporada turística equivale a gran número de visitantes. Debe hacerse una reflexión profunda a lo que significa y lo que provocará la masificación, la llegada de grandes cruceros, las incomodidades a los residentes, la pérdida de los barrios tradicionales, los comercios para turistas que desplazan comercios “de toda la vida”, las ciudades convertidas en parques temáticos homogéneos que deben tener los mismos servicios-tiendas-ocio que tiene el turista en su lugar de residencia, alquileres vacacionales que imposibilitan el acceso a la vivienda a los residentes….

Todos estos temas y más se analizan en “Ciutat de Vacances”. En la exposición de planta 0 de Es Baluard se muestra también como algunos de los artistas han plasmado el análisis de dos ciudades, Palma y Barcelona. Los trabajos mostrados sobre Palma se articulan en dos ejes: el imaginario sobre el mito turístico y la dicotomía de lo privado sobre lo público, los dos analizados desde los ojos del residente balear, y de la economía y ecología de las islas.

 

Juan Aizpitarte investiga sobre la iluminación que busca el turista. ¿Solo sol o busca algo más?

 

Daniel Gasol ha plasmado su investigación histórica sobre el turismo en España.

 

Ramón Parramón trabaja sobre los espacios zombies. Consumo de espacios en relación con el turismo.

 

Neus Marroig ha analizado la proyección de la ciudad de Palma hasta la actualidad

En “Ciutat de Vacances” se ven trabajos de los artistas Juan Aizpitarte, Irene de Andrés, Neus Marroig, Xisco Bonnín, Mélissa Epaminondi, Daniel Gasol, Adrian Melis, Ana A. Ochoa, Irene PittattoreRamon Parramón, Gaspar Maza, el colectivo Left Hand Rotation, Ángel Marcos, Joan Miró, Marina Planas, Miguel Trillo y Massimo Vitali.

Postales recopiladas por Marina Planas durante años, como análisis de lo que nos define a partir del turismo

 

La obra de Xisco Bonnín trata sobre la globalización

También se muestran varios resultados de investigaciones realizadas por Jana Leo, Marc Morell, Tomás Ruiz-Rivas, y Fran Simó.

Para verla bien e interiorizar todo lo que nos quiere decir, a la exposición en Es Baluard hay que verla con tiempo y con calma. En paralelo a ella, se realizarán acciones de mediación y actividades educativas, con la intención de implicar a la sociedad balear y a todo visitante que quiera reflexionar sobre el tema.

Pero para saberlo todo sobre este proyecto hay que realizar visita a Es Baluard y complementarla con la visita a la web de “Ciutat de Vacances”, donde se explican con detalle todos los proyectos, las ciudades, los artistas, las investigaciones y más.

Por la complejidad del proyecto, la intención y el trabajo realizado y por realizar… ¡Enhorabuena a Es Baluard y a todas las personas que han hecho posible “Ciutat de Vacances”!

 

¿Por qué vamos a ver Arte?

Hace dos días asistí a la inauguración de la exposición “El tormento y el éxtasis”, con obras de Arte Latinoamericano, en Es Baluard, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma, en Baleares.

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imagen propia. “El tormento y el Éxtasis”. Es Baluard

Este post no es para comentar las obras que conforman dicha exposición, hay personas mucho más preparadas que yo para hacerlo y ya han aparecido artículos sobre ella en publicaciones como Makma, la Revista Mito, o Huma3.

La exposición a la que me refiero está comisariada por Nekane Aramburu ( @nekanearamburu ), directora del Museo, con la colaboración de Gerardo Mosquera ( @GerardoMosquer1 ) y, aunque no era una visita guiada, durante la inauguración tuvimos el lujo de contar con las explicaciones de la misma comisaria e incluso de algunos autores de obras expuestas en la muestra.

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imagen propia. “El tormento y el Éxtasis”. Obra y autor en Es Baluard

Las explicaciones de la comisaria de la exposición siguieron durante todo el recorrido y, aunque eran básicamente para los representantes institucionales que asistían al evento, fue un lujo conocer en palabras de sus artífices, más detalles de la exposición. Lástima que poca gente se sumara a la escucha de esas explicaciones.

Justo me vino a la cabeza un tuit de Marta Pérez Ibáñez ( @arteblanco ), experta en arte,  sobre el hecho de hablar y que te escuchen

 

Aquí podría comenzar realmente este post. No es para hablar sobre una exposición o sobre un museo en concreto es para reflexionar sobre la sensibilidad, interés, motivos… de por qué asistimos a una muestra de arte.

No ha sido la primera vez que he sido testigo de hechos como el explicado anteriormente y me ha provocado algunas reflexiones: ¿realmente sabemos lo que significa conocer una muestra de arte explicado por sus autores o la persona encargada de comisariarla? ¿será que, en el caso de una inauguración, vamos porque no nos queda más remedio pero no nos interesa lo más mínimo lo que allí se expone? ¿será que lo encontramos interesante pero todavía lo es más lo que podamos hablar con una persona conocida y no podemos esperar a hasta el final? ¿será que puede interesarnos las obras expuestas pero no conocemos el trabajo que hay detrás de una exposición y no lo valoramos suficientemente?

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imagen propia. “El tormento y el Éxtasis”. Es Baluard

Este mismo tema lo comenté al finalizar la visita y parece ser que es normal, cuando hay un grupo, que la gente se disperse y hable y se desconcentre y no escuche. ¿Es normal??? No me gusta comparar porque siempre hay muchas peculiaridades diferentes pero recuerdo grupos enormes de japoneses en el Louvre (sí, es un caso distinto pero es un grupo que va a ver arte) siguiendo muy interesados a la guía que les explicaba las obras de las diferentes salas. Ninguno hablaba a no ser para preguntar sobre el cuadro que tenía delante. Puede ser que los deseos de visitar el Louvre o el hecho de asistir a una inauguración en tu misma ciudad no tengan los mismos alicientes pero sí deberían tener el mismo protocolo de actuación, la misma curiosidad al menos.

Y en la curiosidad incluyo querer conocer más sobre lo que se va a ver. ¿Leemos las informaciones que nos proporciona la institución cultural (cartelas, libretos…) ? En algunos centros han incorporado códigos QR para ver la información en nuestro dispositivo móvil pero aún así cuesta y pasamos rápidamente por delante de las obras sin más.

Según mi opinión, ¿cual es la causa, problema y solución de todo lo anteriormente expuesto? La Educación. Y no me refiero en tener una licenciatura o un grado o haber realizado un máster en Arte contemporáneo. Educación entendida como sensibilidad hacia el hecho artístico ya sea pintura, escultura, danza, música, teatro, performance y más. Un crack de la Cultura como Pepe Zapata ya hablaba de la necesidad de educación, refiriéndose a la danza, en una entrevista en este mismo blog  y lo ha mencionado en varias ponencias que ha realizado. Una educación para que se englobe el hecho artístico y cultural como algo habitual en la sociedad, que no se entienda como algo elitista o de unos pocas personas y que se conozca todo el trabajo que hay detrás y se valore como se merece.

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imagen propia. “El Tormento y el Éxtasis”. Es Baluard

Seguramente, si en lugar de quitar horas de docencia de la educación artística en los colegios e institutos  se hicieran leyes educativas que potenciaran el valor de la cultura desde muy pequeños, no serían necesarias investigaciones como la que realiza actualmente la misma Marta Pérez Ibáñez con su equipo de la Universidad de Nebrija,  sobre la precariedad de los artistas (podéis ver más información sobre este estudio y participar en él, en el artículo publicado en XTRart).

Seguramente, potenciando una mayor sensibilidad y respeto hacia los profesionales de la Cultura, no serían necesarias movilizaciones de trabajadores de museos, pidiendo mejores condiciones laborales, como las que hemos visto estos días en varias ciudades españolas. Los políticos y responsables también serían sensibles al tema.

Seguramente, si en los medios de comunicación apareciera más el arte y la cultura, estarían más presentes en el día a día, sería una cosa más cotidiana dentro de las familias, ciudades y pueblos.

Seguramente, con una mayor valoración y respeto hacia la Cultura, ya no sería normal que no se tuviera curiosidad por aprender más sobre la muestra sino que lo normal sería que se quisiera escuchar atentamente, se disfrutara y se tuviesen ganas de más.

 

 

Chema Madoz en Es Baluard

Y llegó el día. Un día especial. Después de haberlo apuntado en el calendario casi tres meses atrás, llegamos a 23 de enero de 2015. No se trataba de ningún aniversario ni conmemoración ni festividad señalada, se trataba “tan sólo” de asistir a una conferencia-máster class. Esto no parece nada extraordinario, seguramente todos hemos asistido a muchas conferencias, pero no todas tienen como protagonista a un artista a quien admiras. Un artista a quien pude ver hace unas semanas en el programa “Imprescindibles” de RTVE.

Ese artista admirado es Chema Madoz, un fotógrafo reconocido nacional e internacionalmente por su espléndido trabajo y el lugar de encuentro el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Es Baluard, en Palma de Mallorca.

Nada más llegar a Es Baluard ya se respira la emoción en el aire, mucha gente esperando con muchas ganas ver al artista en persona. Puede sonar a emoción de adolescente a punto de escuchar en directo a su cantante favorito pero en realidad es… emoción de adulto a punto de escuchar en directo a un artista favorito. Al final es lo mismo…emoción. Emoción que puedo compartir con la directora del museo, Nekane Aramburu ( también presente en el hall supervisando los últimos detalles ) quien siempre te recibe con un trato exquisito.

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Las 5 en punto. Nos dirigimos hasta el auditorio de Es Baluard donde encontramos al artista dispuesto a compartir con nosotros su experiencia, su trabajo y también sus emociones.

Después de ser presentado por Nekane Aramburu, Chema Madoz nos habla de sus inicios, de su manera de trabajar, de sus encuentros y colaboraciones con otros artistas como el poeta Joan Brossa. Nos comenta sus fotografías, todo un lujo conocer, contado por el mismo autor,  lo que hay realmente detrás de cada una de ellas. Nos cuenta lo que él quiere comunicar pero también que son fotografías abiertas a más interpretaciones, algunas bastante “curiosas”, narrando algunas  situaciones en  las que se ha encontrado.

Blanco y negro, ¿porqué? “¿Porqué no se pregunta a los fotógrafos en color, porqué hacen fotografías en color?”, dice Chema Madoz repondiéndo a la pregunta de una persona asistente. Efectivamente, sus fotos no necesitan color, insinúan, expresan,  comunican tanto y a la vez dejan que el espectador imagine y sienta tanto que tienen que ser así.

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Las 7. Glups! “Teníamos que hacer un descanso” dice Chema. “¿Preferís que pare o que siga?” Obviamente, todos le indicamos que siga, estamos dentro de esa nube de magia que se ha ido formando con sus palabras y con su manera de decirlas. Hablando bajito y dulce, como otros grandes de la cultura de nuestro país, comparte con nosotros su mundo. Estamos sentados en nuestras sillas pero es como si entráramos en esas escaleras, ese agua, esos libros, esa música, que plasma tan bien en sus fotografías a las que generosamente no pone título para que cada espectador pueda ponerle el suyo.

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En esa nube estamos cuando el artista llega al final de su master class. Más de tres horas que nos han pasado volando y que nos han dejado con ganas de más pero nos vamos con esa sensación de haber vivido una muy positiva y enriquecedora experiencia. Si antes éramos fans de Chema Madoz, ahora lo somos todavía más.

Tan sólo resta dar las gracias a Es Baluard por invitarlo y, por supuesto, a Chema Madoz por querer venir. Esperamos tenerle pronto de nuevo entre nosotros.

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Por Teresa Miquel Sellés