Asistir a un acto cultural y estar pensando durante todo el camino de regreso a casa en cómo plasmarlo en un post creo que ya debe ser adicción. Pero eso no creo que sea negativo del todo, al menos cuando se trata de contar una experiencia positiva y muy enriquecedora. Hace unos años, con experiencias parecidas hubiéramos querido llegar a casa para contarlo a nuestros familiares y amigos. Hoy en día aprovechamos las posibilidades de la red para compartirlo con más gente, eso es todo.
Pues exactamente eso es de lo que trata este post, de compartir una experiencia muy positiva y emocionante: la asistencia a un debate-compartición de ideas entre dos grandes gestoras culturales, Cristina Riera y Tina Codina.
No es muy habitual que en mi isla acontezcan actos de este tipo, por eso cuando Miquel Ferrer (@miquelfs) organizó este evento en la librería Agapea en Palma de Mallorca (@AgapeaPalma) no lo dudé ni un minuto, asistencia obligada! Agradecerles la organización del acto y esperar que sea el primero de muchos.
El debate-conversación entre estas dos cracks debía tratar de libros pero también de público en cultura y así se ha desarrollado. Se ha hablado de temas muy interesantes. Cristina Riera ha defendido la cultura como último reducto de lugar público, viendo como todo lo que deberían hacer las instituciones públicas está bajo mínimos o es casi inexistente. Ha hablado del poder que puede tener la cultura en la transformación de la sociedad actual y que debe aprovecharse. Aunque también ha reconocido que existe un gran desánimo en el sector y que cada uno “subsiste como puede” y no hay una macroorganización clara en el mundo de la cultura. Otro comentario interesante ha sido que en el sector cultural no se acepta que se asuman riesgos, cuando esto sí parece muy normal en otros sectores.
Por su parte, Tina Codina ha remarcado otro aspecto muy importante: la educación. Para que un adulto disfrute de una experiencia cultural y quiera participar en ella debe ser educado desde pequeño. Actualmente, con las leyes educativas existentes que relegan la educación artística, la filosofía o el pensamiento a poquísimas horas semanales (si es que existen) será muy difícil crear un público con criterio y con ganas que quieran participar en actos culturales o que quieran ser creadores de ellos. Es una lástima que esas leyes educativas sólo quieran crear personas que basen su felicidad en la productividad y que no se planteen demasiadas cosas.
Otro comentario muy interesante ha sido el referido a la consideración del público. Para estas gestoras el capital humano es lo más importante y creadores y público son fundamentales en la existencia del hecho cultural, no deben tenerse en cuenta tan sólo como simples números, como cifras en las estadísticas que buscan obtener grandes resultados para demostrar que lo que se hace se está haciendo bien, sin pensar en lo que hay detrás de esos números (estudiantes que asisten a un museo sin saber al final porqué han ido allí, familias que participan en un evento cultural que no entienden y acaban sin ganas de repetir…). El público es muy importante y debe escucharse, no sólo ser un mero espectador que consume lo que se le da. De simples consumidores han pasado a ser prosumidores (consumen y a la vez producen nuevos contenidos) y este aspecto es más posible gracias a las redes sociales, aspecto que debe aprovecharse también por los creadores y profesionales culturales. Precisamente la escucha del público sucede más en instituciones pequeñas y no siempre en las grandes instituciones nacionales, tal vez esa proximidad es la ventaja que tienen los proyectos culturales más humildes.
Éste es tan sólo un breve resumen de todo lo que se ha dicho esta tarde, ideas expuestas de manera rápida sobre lo acontecido en “Llibres creuats”, el nombre oficial del evento en Agapea Palma. Pero me gustaría acabar como empecé, resaltando las buenas vibraciones que han transmitido Tina Codina y Cristina Riera, las buenas sensaciones con que te quedas cuando ves que compartes ideas y emociones con grandes expertas en una materia que te apasiona y las buenas sensaciones con que te quedas cuando compruebas que, escuchándolas en persona, son todavía mejor de lo que te habías imaginado.
Tina, Cristina…muchas gracias!
